octubre 3, 2023

La caravana que vino de oriente

La caravana. Procedente del persa kārvān, los cruzados franceses trajeron a Europa la palabra caravane, que fue adoptada muy pronto por las demás lenguas romances. En español, caravana está documentada a mediados del siglo XIV.

El significado primitivo de esta palabra era ‘convoyde barcos’ (que no llegó a Europa), de donde derivó una acepción que tenía mucho que ver con las Cruzadas, pues se refería a las primeras campañas que hacían los jóvenes caballeros de Malta o de San Juan, en persecución de las caravanas navales musulmanas, requisito necesario para profesar en estas órdenes. Así lo recogió Covarrubias en 1611: «(…) en la orden de los cavalleros de San Juan, llaman caravanas, las expediciones, o misiones que se hacen para andar en corto en las galeras, o el asistir en algun presidio, para cuya defensa se embian algunas compañías (…)». En el primer diccionario académico (1729), se registró este significado de la siguiente manera: «En la Religión y orden de Caballería de San Juan, comúnmente dicha de Malta, se llama el número de Caballéros, que el Gran Maestre destina para qualquiera empressa de mar ó tierra, además de los soldados y milicias que ván para dicho fin». Acepción esta que ha perdurado hasta la actualidad, ya que figura en el puesto quinto de la entrada correspondiente del DRAE: «En la Orden militar de San Juan o de Malta, cada una de las primeras campañas que hacían los caballeros persiguiendo a infieles o defendiéndose de ellos».

Como vemos, de la mar se pasó a la tierra, pues caravana se refería también a operaciones militares terrestres. Y de empresa militar a término viajero solo había un paso. Así, en el Diccionario de Autoridades (1729) se apunta ya como principal significado de esta voz: «Multitud de gente que se junta para hacer algun viage con seguridad en Asia y otras partes: lo qual es mui comun entre los Turcos, Moros, Persas y otras Naciónes, quando ván á visitar el sepulchro de Mahoma su falso Prophéta; y tambien para comerciar los Mercadéres en las férias de diferentes Ciudades memorables, para lo qual se sirven de Camellos y Dromedaries». Y, naturalmente, esta acepción es todavía hoy la más común, aunque actualizada, figurando en la primera posición en el DRAE: «Grupo o comitiva de personas que, en cabalgaduras o vehículos, viajan o se desplazan unos tras otros».


Como consecuencia de lo anterior, se formaron las locuciones verbales correr las caravanas y hacer o correr caravanas, registradas por primera vez en el DRAE de 1780: «Correr las caravanas: En la órden de San Juan es servir los caballeros novicios por espacio de tres años andando á corso en las galeras y navíos, ó defendiendo algun castillo contra infieles, sin cuyo requisito no pueden obtener las encomiendas de la órden. Hacer ó correr caravanas: Hacer las diligencias que regularmente se practican para lograr alguna pretension». Todas estas frases en desuso fueron unidas en la edición de 1984 y así permanecen en la actualidad, reducidas a una única acepción: «Hacer las diligencias conducentes para lograr alguna pretensión».

Según el etimólogo Corominas, del significado de servicio de los novicios caballeros derivó en el siglo XVII el plural caravanas al de ‘hacer prácticas de novicio para conseguir algo’, no recogido por ningún lexicógrafo, de donde se pasó a ‘ceremonias, cortesías’, acepción empleada por Lope de Vega en El desprecio agradecido, perdida ya en España, aunque usual todavía en algunos países americanos, como México y Honduras.

También en América se adaptó el vocablo caravana a conceptos nuevos, derivados de los anteriores. Así, en Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay caravanas se usa para referirse a los ‘pendientes o zarcillos’. En Cuba se le ha dado a caravana el significado de ‘trampa a manera de jaula para pájaros’. Y en Bolivia y El Salvador se dice bailar o correr la caravana, por ‘adular’.

Algunos de estos americanismos fueron recogidos en el DRAE de 1925 y todavía perviven: «(…) 6. f. Cuba. Casilla (// trampa para pájaros). 7. f. Méx. Reverencia (// inclinación del cuerpo en señal de respeto). 8. f. pl. Arg., Bol. y Ur. Pendientes (// aretes).»

En la edición de 1983 del DRAE fueron incluidos los significados más modernos: «(…) 2. f. Grupo de animales herbívoros que se desplazan formando fila. 3. f. Hilera o conjunto de hileras de vehículos que, por dificultades en la carretera, avanzan lentamente y a veces con frecuentes retenciones. 4. f. Vehículo acondicionado para cocinar y dormir en él, con motor propio o remolcado por un automóvil.»


Y, por último, en el DRAE de 2001, se añadió la locución adverbial en caravana con el significado de ‘en disposición de caravana’.

Así, siguiendo el camino de esta caravana marítima de Oriente, hemos visto cómo se ha ido convirtiendo con el tiempo, gracias a la vitalidad de nuestra lengua, en una voz polisémica, fértil y variada.

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