octubre 4, 2023
Palabras populares

Palabras populares, es decir muy conocidas o usadas

Palabras populares | El concepto “voz popular” en el lenguaje no equivale a “voz muy conocida o usada”. Se llaman “voces populares” aquellas que nacieron del habla popular, tradicional, casi siempre derivadas del latín tardío o vulgar, y que no son por tanto palabras de origen culto, semiculto, literario o eclesiástico. Alacrán (del árabe hispánico al’aqráb, y este del árabe clásico ‘aqrab) era ya en el siglo XIII una vieja palabraromance, que luego hubo de rivalizar como veremos con la menos popular escorpión.

El ahora desusado batear (del lat. BAPTIDIĀRE) y su derivado bateo son voces populares de la Edad Media, que todavía sobreviven, especialmente esta última, como sinónimo coloquial de bautizo.

Seso era la voz popular que utilizaba el autor del Cid para referirse a la masa encefálica. Rivalizó con el cultismo celebro.

El medieval pescueço (del latín POST ‘después’ y cuezo, que significó cogote) se ha convertido hoy en un vocablo popular, pescuezo.

Por tratarse de un vocablo popular y hereditario, extrañose escribía con s (estraño) hasta fines del s. XVII.

Hebrero era la forma popular y frecuente con que los clásicos escribían el mes de febrero, razón por la cual se conserva actualmente en el diccionario académico en calidad de vocablo en desuso.

Calentura (derivado de caliente) ha sido siempre la forma popular de referirse a la fiebre.

Honra ha sido en todas las épocas mucho más popular que honor.

Límite y linde tienen el mismo étimo (lat. LIMES), pero en tanto la segunda es una palabra popular desde los orígenes del idioma, la primera no lo ha empezado a ser hasta más recientemente.

Llanto es una voz popular, pero en la actualidad no lo es tanto como lloro.

Madriz y madrona, derivados populares de madre, aunque subsisten en el diccionario académico como sinónimos anticuados, prácticamente han desaparecido del español actual por culpa de las formas más cultas matriz y matrona, donde se ha recuperado la t etimológica.

Usado todavía en Burgos según el diccionario académico, sotar ‘bailar’ era un popularísimo verbo (emparentado como veremos con el célebre baile aragonés de la jota) que comparte étimo con el más aristocrático saltar.

Onda, del latín UNDA ‘ola’, ‘onda, remolino’, fue de uso popular hasta fines de la Edad Media, pero pasó a ser un vocablo marcadamente culto durante los siglos XVI-XVII. Algo parecido sucedió con pavor, voz medieval muy popular pero que fue perdiendo terreno por su rivalidad con miedo, hasta tomar un cariz literario en el Siglo de Oro y semiculto en la actualidad. Y con selva (que en la Edad Media también se escribía silva), cuya popularidad fue perdiéndose por culpa del extranjerismo bosque, aunque se mantiene como voz semiculta y con un significado matizado.

Función es una voz que debió entrar en el actual vocabulario español como término médico en el siglo XVII, pero que pronto se popularizó.

De origen marino, gobernar era un verbo noble en el Siglo de Oro. Después se ha ido popularizando.

Heñir, fresco, guapo, doblar, mozo, sufrir, comprar, culebra son también palabras que siempre han sido populares.

 

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