octubre 4, 2023

Alcahuetera

Alcahuetería | Durante mucho tiempo, los encuentros amorosos ilícitos se realizaban con la mediación de un alcahuete o una alcahueta. Por alusión a un par de personajes ficticios, existen dos sinónimos de alcahuete/ta con nombres propios de hombre y de mujer. El masculino es galeoto, del italiano Galeotto, personaje y libro mencionados por Dante; el femenino, mucho más conocido y usado, es celestina, por alusión al famoso personaje de la Tragicomedia de Calisto y Melibea, que ha originado los derivados: celestinazgo ‘acción de celestinear’, celestinear ‘ejercer o practicar la función propia de una celestina’ y celestinesco/ca ‘perteneciente o relativo a la celestina’.

Alcahuete/ta: ‘Persona que concierta, encubre o facilita una relación amorosa, generalmente ilícita’. Del árabe qawwād. Corominas dice que el vocablo está documentado en el español desde 1251, y, según el Diccionario de Autoridades, la voz árabe de la que procede, al cagüit, significa ‘el atizador’, ‘el inflamador’. En algunos países americanos, como la Argentina, alcalhuete solo se usa en el sentido de ‘soplón’.

Alcahuetear: ‘Servir de alcahuete o hacer oficios de tal’.

Alcahuetería: ‘Acción de alcahuetear’, ‘oficio de alcahuete’.

Encandilador/ra, enflautador/ra y echacuervos son también sinónimos de alcahuete/ta; así como enflautar (de flauta) lo es de alcahuetear y echacorvería lo es de alcahuetería. Siguen siendo sinónimos de alcahueta cobertera (de cubrir) y corredera (correduría y corretaje como sinónimos de alcahuetería han desaparecido en cambio del DRAE). No lo son ya, por el contrario, atrazadera (en Aragón: atrazar ‘buscar, disponer con maña y arte, valiéndose de trazas’), cobegera y cubijadera.

No están en el DRAE los siguientes americanismos, sinónimos de:

Alcahuete/ta: buquenque, en Cuba; contrapisón, en Colombia; y tuturuto/ta, en la Argentina y Chile;

Alcahuete: alcanfor, en Costa Rica; alcaucil, en la Argentina (el DRAE solo recoge la acepción argentina ‘soplón, delator’); alquitrete, en Cuba y Puerto Rico); candelero, en Colombia; y tapachín, en México.

Alcahueta: tarimera, en Cuba; y juche (de juchar ‘provocar, incitar a uno a que haga algo’), en Costa Rica.

No están en el DRAE, pero sí en la Enciclopedia Sopena, los siguientes americanismos, sinónimos de:

Alcahuete/ta: buquenque, en Cuba; contrapisón, en Colombia; y tuturuto/ta, en la Argentina y Chile;

Alcahuete: alcanfor, en Costa Rica; alcaucil, en la Argentina (el DRAE solo recoge la acepción argentina ‘soplón, delator’); alquitrete, en Cuba y Puerto Rico); candelero, en Colombia; y tapachín, en México.

Alcahueta: tarimera, en Cuba; y juche (de juchar ‘provocar, incitar a uno a que haga algo’), en Costa Rica.

Tradicionalmente, la alcahuetería ha sido una labor más propia de la mujer que del hombre. Ha sido la comadre de los amantes, la cobijera (de cobijar), la trotaconventos que, como su propia nombre indica, deambulaba por los conventos en busca de doncellas descontentas con su suerte de novicias y que anhelaban descubrir y ser descubiertas por un amante ardoroso.

Alcahuetería y proxenetismo (oficio del proxeneta) han estado históricamente muy ligados. Tanto, que los romanos ya conocían al alcahuete con el mismo nombre que al proxeneta o rufián, tal como mencionamos anteriormente: leno, ~onis, de donde provienen los españoles lenón y lenocinio.

Lenón: Voz anticuada con dos acepciones: ‘Alcahuete’ y ‘hombre que trafica en mujeres públicas’.

Lenocinio: ‘Acción de alcahuetear’, ‘oficio de alcahuete’. Casa de lenocinio: ‘la de mujeres públicas’.

Aunque estrechamente relacionados, existía —y existe— una diferencia importante entre el alcahuete o alcahueta y el o la proxeneta, tal como se desprende de las definiciones de lenón. Algo que ratifica el padrote mexicano con sus dos acepciones:

Padrote: ‘Individuo que explota a una prostituta’ y ‘alcahuete’, en México,

y aún mejor el verbo padrotear:

Padrotear: ‘Dicho de un hombre: Beneficiarse abusivamente del trabajo y de una prostituta’, ‘dicho de un hombre: concertar una relación amorosa, generalmente ilícita’. También en México.

Es decir, la diferencia entre alcahuete/ta y proxeneta es evidente. El o la proxeneta es la ‘persona que obtiene beneficios de la prostitución de otra persona’, según definición del DRAE, mientras que el alcahuete o la alcahueta simplemente actúa de mediador/ra, de tercero/ra, lo que los uruguayos llaman coloquialmente ganchero/ra. Y en tanto el proxenitismo ha sido ejercido históricamente por hombres y mujeres, la alcahuetería ha sido una labor mayoritariamente femenina.

Tercero/ra: ‘Que media entre dos personas’, ‘alcahuete’.

Tercería: ‘Oficio o cargo de tercero’, ‘alcahuetería’.

Ganchero/ra: En Uruguay: ‘Dicho de una persona: Que facilita relaciones amorosas’. De gancho.

El Diccionario de Autoridades (1726)definía la alcahuetería como ‘el acto de fomentar y ajustar la comunicación ilícita entre hombre y mujer: como llevar un papel, dar un recado, y otras cosas semejantes’. A diferencia del proxeneta, que explota a la mujer o mujeres que ejercen la prostitución, la alcahueta se limitaba a facilitar los encuentros secretos de los amantes. Una labor que ya prácticamente ha desaparecido, pero que durante siglos sirvió para hacer posible aquellas reuniones clandestinas. La alcahueta era una zurcidora de voluntades, una correveidile (de la frase corre, ve y dile), la encandiladera que se ganaba una monedas haciendo posible que el deseo amoroso cristalizara mediante sus mensajes, cediendo su hogar para los encuentros secretos de los amantes o facilitando incluso que el enamorado raptara a su amada.

Raptar: ‘Sacar a una mujer, violentamente o con engaño, de la casa y potestad de sus padres y parientes’.

Para conseguir tales fines, cuentan las leyendas que las alcahuetas se valían de encantamientos, de amarres dicen los cubanos y peruanos, y de bebedizos que hacían tomar a incautas doncellas.

Amarre: ‘Encantamiento para asegurar que alguien quede enamorado y sujeto a la voluntad y arbitrio de otra persona’, en Cuba y el Perú.

Bebedizo: ‘Bebida que supersticiosamente se decía tener virtud para conciliar el amor de las personas’. Desaparecida ya del DRAE, existía en el Diccionario de Autoridades (1737) una acepción de filtro (philtro se escribía entonces) que decía: ‘Hechizo amatorio’.

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