¿Cuál es la etimología del verbo arañar? El primer diccionario académico, el de Autoridades editado en 1726, dice que «la etymologia de este verbo paréce sale del verbo Arar, y del nombre Uña, como si se dixesse Aruñar, porque la señal que hace la uña es de la fígura de un surco hecho con el arádo». Pero la Real Academia Española (RAE) no ofreció ninguna otra etimología del verbo arañar hasta en la edición de 1884 de su diccionario, en la que dice que procede «de araña», y la mantuvo en sucesivas ediciones hasta 1984.
De manera que, según la RAE, arañar derivaba de araña (del latín aranĕa). Sin embargo, en su edición de 1992, el DRAE (diccionario de la RAE) ya no parece estar tan seguro, pues ofrece la siguiente explicación etimológica, que es la misma que mantiene en la actualidad: «De etimología discutida; cf. (consúltese) araña y arar». ¿A qué fue debido este cambio de opinión?
Parece evidente que el cambio de opinión en la Academia acerca de la etimología de arañar se debe a lo que los eminentes etimólogos José Corominas y José A. Pascual escribieron sobre el asunto en su Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, editado en 1980, de consulta obligada por no haber todavía otro diccionario etimológico mejor y más actual.
En la entrada correspondiente a arañar, Corominas y Pascual señalan que es de «origen incierto, probablemente deriva de ARAR, con el significado de ‘hacer surcos en la piel’. 1.ª doc.: 1513, G. A. de Herrera». Es decir, que retroceden en parte hasta la etimología ofrecida por la Academia en su primer diccionario, el de Autoridades de 1726. Pero añaden más adelante: «Dice la Acad. que arañar es derivado de ARAÑA, pero haría falta dar una explicación semántica, pues lo que hace la araña es tejer, y algunos arácnidos pican, pero no arañan; si arañar viniese de un nombre de animal, tendría que ser ciertamente del del gato. No quiero, sin embargo, descartar del todo esta posibilidad, mas es preciso indicar algún camino concreto. Quizá se podría partir de la idea de la araña como animal agresivo, que prepara pacientemente una trampa a los insectos y luego los devora: la escena de la mosca y la araña, que indudablemente ha interesado a la imaginación popular. Sin embargo, aunque Sainéan (Lazare Sainéan, prestigioso filólogo rumano, 1859-1934), como no podía ser menos, trató repetidamente de este tema (…), no logró aportar demostraciones de que la idea haya sido lingüísticamente fecunda».
El verbo arañar, por tanto, tiene actualmente una etimología discutida, por estar pendiente de demostración si procede de arar o araña. Pero, como dice Corominas, lo que está claro es que la araña no araña.
Autor: gerardo Muñoz Lorente web: http://gerardomunoz.com/