Ya sea porque se te ha quedado la llave por dentro, porque se te ha averiado alguna de tus cerraduras o porque no puedes cerrar una puerta que necesitas que esté cerrada por motivos de seguridad, seguramente lo primero que pienses, en medio de la desesperación, es llamar a un cerrajero.
Consejos que pueden serte de utilidad
Pero hay determinados pasos que puedes seguir para ver si lo puedes solucionar antes de consultar a un profesional. Aquí te daremos algunos consejos para antes de acudir a un especialista.
Dependiendo de cómo sea la cerradura de la puerta que intentas abrir, podrás realizar varios procedimientos anteriores a la llamada de un cerrajero, para de esta forma ver si puedes con ella. Aquí te enseñamos algunos consejos para ello.
Desatascar la llave o permitir el giro
Puede que llegues a tu casa de noche, pongas la llave en tu cerradura y la misma esté lo suficientemente dura como para no permitir que gire para abrir.
Este atascamiento suele tener que ver con que la cerradura no cuenta con el mantenimiento necesario, pero antes de llamar a un servicio de cerrajeros Madrid 24 horas, puedes intentar el siguiente movimiento.
Intenta destrabarla con aceite. Generalmente el porqué de una cerradura atascada es el paso del tiempo, que no permite que el cilindro gire correctamente. Entre otros motivos, puede ser por la corrosión o por mucho uso, que hace que su vida útil llegue al fin.
El aceite no solamente servirá para lograr la lubricación que puede necesitar el cilindro rotador, generando así el movimiento de apertura, sino que además, puede quitarle esa corrosión que no le está permitiendo girar.
Aplicando unas gotas dentro del mecanismo y luego esperando un pequeño tiempo para volver a intentar con la llave, siempre sin forzar, puede ser la solución.
Usar un destornillador
La mayoría de las puertas con cerraduras convencionales muestran una forma fundamental de abrirse, en el caso de que no tengas llave y se trata de intentar desacoplarla por ti mismo utilizando un destornillador.
Cuando estés frente a la platina exterior de la cerradura, verás que muchas de éstas contienen tornillos, lo cual quiere decir que con el destornillador propicio podrás quitarlos, para después poder extraer esta platina.
El próximo paso será extraer el cilindro que es el que no te permite la apertura de la puerta, para después intentar acceder a abrirla sin ningún otro impedimento.
Si no ves los tornillos en la platina principal, no es que ésta no los tenga, sino que suele haber un protector decorativo por encima de la platina que sí los contiene. En este caso deberás utilizar un destornillador plano u otro tipo de herramienta plana para quitar este cobertor.
En invierno la cerradura se puede congelar
Si te encuentras en un sitio donde el invierno hace estragos, hasta el punto de helar en las calles, puede ser que le haya sucedido lo mismo a tu cerradura y por eso te impida el giro de apertura.
Esto puede suceder, sobre todo, después de un tiempo en el que no se haya utilizado y el congelamiento le impedirá al cilindro rotador moverse.
En este caso en particular puedes utilizar dos elementos, bien puede ser un secador de cabello, que debes mantener en su mayor temperatura durante unos minutos dándole a la cerradura, o puedes utilizar agua caliente.
En ambos casos buscamos que el hielo que no permite el movimiento se derrita para que la cerradura vuelva a su funcionamiento normal.
Abrir con dos clips metálicos
La forma en la que ves a los actores de las películas abrir cerraduras es posible. Debes tener una horquilla o un clip para el pelo lo suficientemente resistente, para formar con ella una “L”, y lo mismo debes hacer con el otro.
Uno de los clips lo debes introducir en la zona inferior de la cerradura e intentar girarlo en el sentido que deberías girar la llave. El otro clip te servirá para después introducirlo en el ojo de la misma y realizar un movimiento descendente. Llegar a girar el cilindro es el objetivo.
Éstas son algunas ideas que puedes tratar de realizar antes de llamar a un cerrajero, esperamos que te sirvan.