También se las podría llamar palabras exportadas, ya que, del mismo modo que el español ha ido tomando voces de otros idiomas durante los últimos siglos, estas palabras españolas fueron tomadas prestadas por otras lenguas.
Es tarea complicada averiguar el número total, incluso aproximado, de palabras españolas (castellanas) que han ido a parar a otros idiomas y concretar además cuáles de ellos y en qué momento, pues no pocas de ellas, a mayor abundamiento, han ido quedando en desuso. A continuación se exponen, a modo de ejemplo, algunas de ellas:
Fanfarrón, quizá del árabe hispánico *farfál o *farfár y este del árabe clásico fárfara ‘romper’, ‘desgarrar’ → catalán fanfarró (siglo XVII), francés fanfaron (1611), italiano fanfarone (finales del siglo XVII), gallego fanfarrão y portugués fanfarrão.
Flotilla, de flota → francés flotille (1723), italiano flottiglia, alemán flottille, inglés flotilla, albanés flotilje, bielorruso флатылія (/flatylija/), búlgaro флотилия (/flotiliya/), catalán flotilla, checo flotila, croata flotila, danés flotille, eslovaco flotila, esloveno flotila, estonio flotill, gallego flotilha, holandés flottielje, húngaro flotilla, islandés flotilla, letón flotile, lituano flotile, macedonio флотилата (/flotilata/), malayo flotila, noruego flotilla, polaco flotylla, portugués flotilha, rumano flotilă, ruso флотилия (/flotiliya/), serbio флотила (/flotila/), suajili flotilla, sueco flottilj y ucraniano флотилія (/flotyliya/).