Autorretrato (1904) | Sorolla | Pintado en 1904. Nos presenta su figura de forma poco ortodoxa: en formato apaisado, tan querido por el pintor para los retratos de amigos y familiares, y la figura en escorzo y nada académica, intentando romper moldes establecidos. Su admiración por Velázquez queda reflejada en el escenario, muy relacionado con Las meninas.
Composición depurada, sin apenas referencias espaciales concretas y que toma como referencia el retrato velazqueño.
El pintor se autorretrata de busto prolongado y mira al espectador con gesto inquisitivo y penetrante. Los lienzos en las paredes configuran y llenan el espacio y, con ellos, el artista se reivindica como pintor.
La presencia de un lienzo vacío a la derecha de la composición constituye, probablemente, un homenaje a “Las Meninas” de Velázquez y al oficio de pintor. Siguiendo esta línea, Sorolla recupera la tradición del Siglo de Oro de la paleta cromática oscura, sobria pero brillante en determinados puntos, como la cabeza o el cuello de la camisa.
El formato apaisado es innovador. Sorolla recurre a él en muchos de los retratos dedicados a personajes por los que siente especial admiración intelectual o que forman parte de su intimidad.
Características de la obra
Objeto
Cuadro
Dimensiones
Altura = 66 cm; Anchura = 100,5 cm
Técnica
Óleo
Materia
Lienzo
Fuente: Museo Sorolla – Madrid