junio 29, 2024
mantenimiento caldera

¿Por qué es tan importante darle mantenimiento a tu caldera?

Seguridad, ahorro y durabilidad son tres de las muchas razones para hacer una revisión periódica de la caldera. Cada cuánto hay que hacerla, en qué consiste y cuáles son las posibles averías si no se realiza.

Con la llegada de los meses veraniegos, solo nos preocupan los aires acondicionados, la nevera y los ventiladores. Sin embargo, la época estival es la indicada para hacer una revisión de la caldera, con el fin de dejarla operativa y eficiente para los primeros fríos del otoño.

El mantenimiento de calderas suele recomendarse cada dos años, siempre que hablemos de equipos de gas para uso doméstico, con potencia menor o igual a 70 Kw, que son las más comunes. Sin embargo, dicha frecuencia dependerá de la antigüedad de la caldera, las condiciones de uso y el resto de la instalación. En calderas viejas, se aconsejan revisiones anuales.

En todo caso, revisión no es lo mismo que inspección. Esta última consiste en una obligación legal por la que un operario de la distribuidora oficial con la que se tiene contratado el suministro del gas revisa el funcionamiento de la instalación completa y está fijada cada cuatro o cinco años.

¿En qué consiste la revisión de caldera?

El objetivo de la revisión es controlar el correcto funcionamiento del equipo, por lo tanto, debe ser realizada por técnicos especializados.

Durante la revisión, se comprobará la estanqueidad, estado y conservación de las partes visibles de la caldera y la evacuación de los gases de escape. También se revisará la ventilación en la habitación donde está instalada la caldera, la presión del equipo y la temperatura de calefacción.

Luego de estas pruebas, el técnico expedirá un informe y, en caso que haya que hacer reparaciones, limpieza profunda o sustituir piezas, lo comunicará al responsable de la caldera para que tome la decisión correspondiente.

5 ventajas de contar con un correcto mantenimiento

  • Seguridad. Un mantenimiento adecuado evita pérdidas y fugas ya que durante la revisión pueden encontrarse averías y darles solución antes de que generen un problema mayor y signifiquen un riesgo para las personas que viven en el domicilio. Además, con la revisión también aseguramos que las emisiones de gases están dentro de los niveles permitidos.
  • Eficiencia energética. Mantener la presión en el nivel adecuado asegura que sólo se gasta la energía que se necesita, sin desperdicios. Un equipo bien mantenido, es un equipo eficiente. Las calderas más actuales tienen una mayor eficiencia y es bueno atender a este aspecto si se está pensando en comprar una nueva.
  • Durabilidad. La vida útil de una caldera se alarga hasta 15 años si ésta recibe el mantenimiento periódico adecuado.
  • Como consecuencia de una mayor eficiencia energética, se podrá ver un ahorro en las facturas de luz.
  • Asesoramiento profesional. La visita de un técnico especializado en nuestro domicilio es una buena ocasión para aclarar dudas y recibir consejos para un mejor aprovechamiento del equipo y optimizar la climatización de los ambientes.

Averías frecuentes por falta de mantenimiento

La revisión de las calderas evita averías y previene el mal funcionamiento, por lo que la falta de un mantenimiento adecuado puede generar grandes inconvenientes.

En primer lugar, una caldera de gas obstruida por suciedad como grasas y pelusas, es más susceptible de averiarse. A veces, por ejemplo, sucede que la llama de la caldera no se enciende debido a que los filtros de aspirado de combustible están demasiado sucios.

Además, al no controlarse la emisión de gases, todas las personas que habitan el hogar estarán expuestas a peligros para la salud.

Tal y como mencionamos anteriormente, no brindar un mantenimiento periódico a la caldera, acorta considerablemente su vida útil, produce un funcionamiento ineficiente y gastos que podrían evitarse.

En definitiva, sustituir una pieza o realizar una limpieza profunda, siempre es más sencillo y económico que reparar averías mayores o tener que instalar una caldera nueva. La última palabra la tendrá un técnico especializado que nos asesore sobre la mejor opción.

¿Qué hacer entre revisión y revisión?

Además de la visita anual o bianual de un servicio técnico, podemos incorporar ciertos hábitos para tener un control preventivo de nuestra caldera.

Es necesario chequear diariamente el nivel de agua, combustión y presión de la caldera, así como las temperaturas del agua de suministro y retorno.

Además, en forma semanal, podemos verificar el adecuado cierre de válvula combustible, las luces indicadoras y los controles de seguridad.

Con respecto a la limpieza, existen zonas y piezas que sí podemos limpiar sin la ayuda de un técnico, por ejemplo la llave de bajo nivel de agua, la bomba de aceite, el depurador de aire y separador aire / aceite.

La buena noticia es que los equipos más actuales tienen pantallas digitales que brindan información sobre averías, alarmas de revisiones y otros indicadores muy útiles. Es importante conservar el manual de instrucciones de la caldera, para poder interpretar correctamente cada uno de los mensajes que arroja la pantalla.Ante todo, lo más importante es tener a mano el contacto de un técnico de confianza que pueda asistirnos tanto para el mantenimiento como para las emergencias.

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