A pesar de que vivimos en una sociedad en donde los problemas sexuales, tanto femeninos como masculinos, siguen siendo un gran tabú para las personas, lo cierto es que miles de científicos, médicos y profesionales sanitarios se siguen esforzando cada vez más por romper barreras verbales con respecto estos temas tan privados y, por otra parte, tan sumamente básicos para nuestro bienestar.
En España, a pesar de que contamos con un buen sistema de salud pública, lo cierto es que este tipo de cuestiones siguen preocupando a una gran parte de la población, que parece apuntar a una tendencia evasiva en cuanto se habla de salud sexual. Por este motivo, en el día de hoy hemos querido profundizar en este concepto, ahondando en la verdadera importancia de cuidar nuestra salud sexual tanto como cualquier otra.
Para poder analizar esta situación e intentar ofrecer un contenido de valor para nuestra audiencia, nos hemos puesto en contacto con la clínica Andromedi.com en Canarias, un ejemplo de divulgación y preocupación por la salud sexual, en este caso, especializada en el sexo masculino. Gracias a esta clínica, todo un referente en el mundo de la medicina y que ofrece todo tipo de tratamientos y consultas para salud sexual y fertilidad, hoy por hoy podemos tener en nuestra mano la información más importante que todos deberíamos tener en cuenta para el cuidado de nuestro propio cuerpo.
La necesidad de desterrar el tabú de la salud sexual
Como comentábamos, la salud sexual empieza en estos años a tomar importancia. De hecho, a pesar de que hoy en día estos temas relativos a la salud sexual se empiezan a tratar de manera natural, lo cierto es que siguen siendo un tabú para muchas personas.
En este sentido, lo verdaderamente preocupante es que los pacientes que sufren algún tipo de disfunción, no solo cuentan con la preocupación de estar padeciendo, por ejemplo, una enfermedad, si no que también deben cargar con el estigma de tratar un tema tan delicado como lo es la salud sexual.
Esto, también ha provocado que la formación de los médicos en esta temática no sea tan amplia o profunda como debería, pasando por alto en muchas ocasiones estos tipos de problemas y también las patologías ocultas que los pueden estar provocando. Como bien apunta el Doctor Francisco Cabello Santamaría, Médico, Psicólogo y Sexólogo del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología (IASP) en esta Guía de Buena Práctica Clínica en Disfunciones Sexuales: “Uno de cada tres pacientes de los que acuden a consulta por disfunción eréctil, presentan una patología oculta […] como diabetes, hipertensión o trastornos de ansiedad o depresión”.
Es, por esto, completamente necesario desterrar ya por fin este tabú de la salud sexual que puede afectar a cualquier persona de manera, no solo física, si no también relacional, social y emocional.
¿Cómo se puede optimizar el tratamiento de los problemas sexuales?
Para muchos médicos y especialistas está claro que la optimización de la detección y el tratamiento de los problemas sexuales radica, en primer lugar, en una buena comunicación entre el paciente y su médico de cabecera.
Está claro que este es un proceso mucho más profundo, que comienza por supuesto con una educación sexual sana y transparente desde la infancia, donde se dé la importancia necesaria a los trastornos sexuales y donde se incida en la necesidad de autoevaluarse y tratar estos temas con total normalidad.
A partir de aquí, también es necesario ampliar los recursos y las herramientas para que, tanto pacientes como especialistas, puedan emitir un diagnóstico temprano, de manera que se ofrezcan soluciones eficientes y adaptadas.
Este es, quizás, uno de los puntos más importantes para los pacientes ya que muchísimos hombres en todo el país buscan una forma de solucionar de manera eficiente sus problemas sexuales, de la mano de una clínica o un médico de confianza y con las máximas garantías de calidad en la intervención y el tratamiento.
De hecho, como se comenta en este estudio en inglés, si no se realiza una intervención a tiempo, algunas de estas patologías sexuales pueden provocar todo tipo de implicaciones físicas y psicológicas en los pacientes. Así, una actuación rápida y profesional puede ayudar en gran medida a minimizar estos riesgos y efectos secundarios derivados, que de hecho afectan directamente a la salud física y emocional de los pacientes.
La prevención, el mejor de los tratamientos
Después de conocer la grandísima importancia de desterrar los tabús acerca de la salud sexual, así como de ver que este tipo de cuidados son imprescindibles para llevar una vida sana emocional y físicamente, es necesario hablar también acerca de cómo se puede evitar caer en esta espiral.
Al margen de que los problemas de salud sexual aparezcan derivados de una patología fisiológica o emocional, lo cierto es que lo principal es intentar identificar estos asuntos con la mayor prevención posible.
Está claro que los tratamientos para afrontar, por ejemplo, la disfunción eréctil o la anorgasmia son completamente fundamentales para la correcta recuperación del paciente, sin embargo, dan muchísimos más y mejores resultados cuando se tratan con prevención.
Para esto, es sumamente importante que todos conozcamos cuáles son los índices que marcan la salud de nuestro cuerpo, conociendo los límites e identificando, lo antes posible, si algo no funciona con normalidad.
A partir de aquí, nuestro médico o nuestra clínica de confianza podrá ponerse a trabajar en nuestro caso, ofreciendo un asesoramiento personalizado y un tratamiento precoz que garantizará una resolución más rápida y eficiente.
En definitiva, lo que está claro es que todos debemos preocuparnos un poco más sobre nuestra salud sexual, como una forma de cuidar nuestro organismo y nuestra mente para tener una vida plena y feliz. La importancia de hablar sobre estos temas de salud sexual es, hoy en día, indispensable para que la sociedad pueda avanzar, identificar de manera rápida las afecciones y poner a disposición del paciente recursos, tratamientos y herramientas que le puedan ayudar a sobrellevar cualquier disfunción que pudiese aparecer en cualquier momento de su vida.