octubre 2, 2023
anillos de diamantes

Por qué es una tradición elegir anillos de diamantes para sellar un compromiso de amor

Durante mucho tiempo, los anillos de diamante han sido un símbolo de amor y también de compromiso. Sea un anillo de corte antiguo, un solitario o con formas modernas, regalar esta piedra preciosa que surge de tierras profundas es el mayor signo de compromiso que puede existir entre una pareja. 

Sin embargo, es lógico detenerse a pensar un poco sobre la procedencia de esta tradición y por qué son especialmente los anillos de diamantes de oro blanco los más seleccionados para declarar un compromiso de vida a la persona amada. 

Como bien sabemos, el oro es el mejor acompañante de un diamante, y este en su versión en blanco, no es más que el producto de la mezcla del tradicional oro amarillo con otros metales, ya que por su falta de consistencia es necesario hacer una mezcla proporcional de entre 10 y 18 quilates, y el resto con otro metal. Un ejemplo es mezclarlo con níquel, paladio o platino, para que se vuelva de un color mucho más blanco y brillante. De forma especial si se mezcla con platino, su valor es superior. 

Apartando esta breve explicación, nos hemos dado a la tarea de indagar un poco en la historia y hemos descubierto algunos datos interesantes que valen la pena comentar acerca de esta tradición. 

El origen de la tradición

Como en muchos otros aspectos de la historia de la humanidad, los egipcios salen a relucir, y son precisamente ellos los que aparecen en los registros como los primeros que hicieron un intercambio con anillos de boda. Entonces usaron materiales como el junco y el cáñamo, por supuesto, eran anillos en forma de círculo, los cuales representaban el amor eterno. 

De este modo se llegó a entender que colocar un anillo era una manera de consolidar el amor y la afinidad que había entre dos personas enamoradas. Otros estudios dan fe que tiempo más tarde los romanos continuaron con esta tradición, es cuando comienzan a verse a mujeres casadas llevando anillos con una llave enganchaba, lo cual significaba que tenían un vínculo especial con sus maridos. 

El primer anillo de compromiso hecho con diamantes

La primera referencia que se tiene de un anillo de compromiso hecho con diamantes data del siglo IX en una carta escrita por el Papa Nicolás I, dirigida a Boris I. Pero fue en el año 1477, cuando se tiene cuenta de un anillo de compromiso hecho con esta piedra, el cual fue entregado por el duque Maximiliano de Austria a su prometida María de Borgoña. 

El anillo fue elaborado con trozos de diamantes, una pieza muy lujosa que para esa época fue exhibida como un símbolo de riqueza, más que de amor. Pero lo cierto es que la tradición de regalar anillos de diamantes comenzó a afianzarse desde ese momento.  

Los anillos con diamantes y sus épocas

En la época victoriana estas joyas se fabricaban combinando diversos metales. La tendencia de confección era adoptar la forma de una flor. Aunque para ese momento histórico, los diseños eran un poco toscos, la artesanía y orfebrería que se labró en torno a esta joya mejoró considerablemente con el transcurso del tiempo. 

Un diamante dura para siempre

La famosa expresión “un diamante es para siempre” encabeza el prestigio de esta gema. Esto se debe a fabulosas campañas de marketing que expertos en el área llevaron a cabo para aumentar las ventas. 

Esta expresión se usó por primera vez en el año 1947 como parte de una ingeniosa campaña publicitaria que ayudaría a aumentar las ventas del producto, tras el descubrimiento de una enorme cantidad de diamantes a través de una excavación en África. Debido a este hallazgo, el diamante en ese momento perdió su carácter selecto y exclusivo. 

La verdad es que los orígenes de los anillos de compromiso hechos con diamantes resultan fascinantes, es innegable que al día de hoy mantengan su atractivo intacto y que joyerías de alta trayectoria, tradición y reconocimiento como Jorge Juan Joyeros, tengan en su stock las más fabulosas piezas. 

Bien sea por su durabilidad, su brillo, majestuosidad o por su evidente belleza, lo más seguro es que los diamantes, acompañados de fabulosos metales de alto valor en el mercado, como el oro en sus diferentes versiones, nunca desaparezcan del ideario de personas enamoradas y románticas; y mucho menos, lleguen a perder su valor simbólico de entrega, compromiso y amor. 

Compartir
Dejar un comentario

Curiosidario