El pez caballo o por qué se llama yegua la hembra del caballo. No nos referimos en esta ocasión al caballito de mar o hipocampo, ese pez de aspecto singular y simpático con cabeza parecida a la del caballo y cuyo macho posee una bolsa ventral donde la hembra deposita los huevos y se desarrollan las crías. No nos referimos a él, si no a otro pez, de color azul y verde con rayas negras por el lomo, que conocemos con el nombre de caballa.
En un principio recibió el nombre de caballa (procedente del latín caballa, que significaba ‘yegua’) el pez volador (exocoetus volitans), que salta por encima del agua gracias a que posee alas. Pero posteriormente, tal vez por confusión, pasó a denominarse con este nombre otro pez parecido al anterior, aunque sin alas, el scomber scombrus, que Diego de Torres Villarroel (1694-1770) llamó pez caballo.
La palabra caballa está documentada en español por primera vez en 1599, pero debió emplearse desde mucho antes para referirse al pez volador. Posiblemente su uso se remonte hasta la Edad Media. ¿Por qué? Pues porque su existencia explica el hecho de que caballa no pasara al castellano como nombre de la hembra del caballo.
En latín se llamaba equus al mamífero que conocemos como ‘caballo’, y eqŭa a su hembra. Pero también empezó a usarse en el latín vulgar el término caballus (tal vez de procedencia céltica, aunque con raíces en Oriente), en un principio para referirse al caballo de carga o al jamelgo, pero que poco a poco fue empleándose comúnmente en el sentido general de ‘caballo’. El femenino de caballus era caballa, como ha quedado dicho.
En la Edad Media, caballus sustituyó por completo a equus en todas las lenguas romances. En castellano pasó como caballo, vocablo documentado ya en el año 932. Pero para la hembra de este animal el castellano siguió utilizando el nombre latino eqŭa, que derivó en yegua (documentado equa en 949 y yegua en 1170). El motivo es el expresado más arriba: la voz caballa ya debía estar ocupada por aquel entonces con el nombre de un pez (primero de una especie con alas y luego de otra sin ellas).