Con la desnudez y las caricias comienzan los amantes a sentir la amatividad, el deseo, el apetito, la sexualidad, el amoren su acepción de ‘tendencia a la unión sexual’.
Amatividad: ‘Instinto del amor sexual’.
Deseo: ‘Impulso, excitación venérea’.
Desear: ‘Sentir apetencia sexual hacia alguien’.
Apetito:‘Deseo sexual’.
Sexualidad: ‘Apetito sexual, propensión al placer carnal’.
Este deseo sexual es tan fuerte que, según algunos médicos y sicólogos, puede considerarse ‘como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica’, y que reconocen con el nombre de libido. Una excitación sensual que la doctrina cristiana ha relacionado muy estrechamente con la carne, con la concupiscencia,y que suele manifestarse con temblores y ligero aumento de la temperatura del cuerpo, de ahí que, en determinados países americanos, se conozca esta excitación como templazón y calentura.
Carne: ‘Uno de los tres enemigos del alma, que, según el catecismo de la doctrina cristiana, inclina a la sensualidad y lascivia’. Derivados: carnal ‘perteneciente o relativo a la carne’, carnalidad ‘vicio y deleite de la carne’ y carnalmente ‘con carnalidad’.
Concupiscencia: ‘En la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos’.
Templazón: ‘Excitación sexual’, en Costa Rica. En este mismo país, templarse ‘excitarse sexualmente’.
Calentura: ‘Excitación sexual’. Vulgarismo en la Argentina y Uruguay.
Calentarse es ‘excitarse sexualmente’, y otros derivados de calor relacionados con esto mismo son: caliente ‘lujurioso, muy propenso al apetito sexual’, ‘excitado sexualmente’ (con sus sinónimos calentón/na y calentorro/rra) y calenturiento/ta ‘que se excita sexualmente con facilidad’.
Lujurioso/sa es alguien dado a la lujuria, y ya sabemos que esta significa, según el Diccionario académico: ‘Vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales’. Sinónimo de lujurioso, aunque con matices, es rijoso ‘inquieto y alborotado a vista de la hembra’, ‘lujurioso, sensual’, que en Honduras se dice rijioso, y en Ecuador se llama ballenero (de pescador de ballenas). Y salaz es alguien ‘muy inclinado a la lujuria’ (salacidad ‘inclinación vehemente a la lascivia’ —sinónimo de lujuria).
Si el rijoso se alborota a la vista de la hembra, en varios países americanos utilizan el adjetivo alborotado/da para ambos sexos y en el mismo sentido, siendo sinónimos suyos: arrecho/cha, acelerado/da, alebrestado/da, cachondo/da y, con un matiz de premura, salido/da.
Alborotado/da: ‘Dicho de una persona: Sexualmente excitada’. Coloquialmente, en Cuba, El Salvador y Uruguay.
Arrecho/cha: ‘Dicho de una persona: Excitada por el apetito sexual’. Del latín arrectus, de arrigĕre ‘enderezar’. En América Central y México, arrechar: ‘Dicho de una persona: Ponerse arrecha’.
Acelerado/da: En Cuba: ‘Dicho de una persona: Sexualmente excitada’. De acelerar.
Alebrestado/da: En El Salvador: ‘Sexualmente excitado’. En Cuba y Honduras: ‘Que se enamora con frecuencia’.
Cachondo/da: ‘Dicho de una persona: Dominada del apetito venéreo’. Del latín catŭlus ‘cachorro’. Antes este adjetivo solo se usaba en femenino y para referirse a la perra que está salida y va a buscar a los perros, según el Diccionario de Autoridades (1729), que añade: ‘que porque quiere más especialmente a los cachorros, dice Covarrubias tomó de ahí el nombre’. Derivado: cachondez ‘apetito venéreo’. En el Diccionario de Autoridades, esta palabra, traída del Tesoro de Covarrubias (1611), tenía idéntico significado al actual, pero, curiosamente, se aclaraba que ‘ya no tiene uso esta voz’. Hoy en día, sin embargo, cachondez es un vocablo muy conocido y usado.
Salido/da: ‘Dicho de la hembra de algunos animales: Que está en celo’; vulgarmente: ‘Dicho de una persona o de un animal macho: Que experimenta con urgencia el apetito sexual’. De salir.
Tirrioso/sa también es sinónimo de los anteriores, pero solo en masculino, ya que significa, en Costa Rica: ‘Dicho de un hombre: Sexualmente excitado’. Igualmente se refieren solo al sexo masculino el verbo vulgar encoñarse y su derivado encoñamiento.
Encoñarse: ‘Dicho de un hombre: Sentir atracción sexual por una mujer hasta llegar a tener obsesión por ella’. De en~ y coño. Derivado: encoñamiento ‘acción y efecto de encoñarse’.
Se refieren, por el contrario, a ambos sexos, los verbos excitar ‘despertar deseo sexual’, provocar ‘intentar excitar el deseo sexual en alguien’, y el ya mencionado empotarse (en Chile, ‘sentir una persona atracción sexual por otra’).
Queso, como ‘deseo o excitación sexual’ y quesudo/da ‘persona en estado de excitación sexual’, son términos venezolanos vulgares no recogidos en el DRAE.
En las definiciones de varias palabras (deseo, cachondo/da, cachondez) hemos leído el adjetivo venéreo/a, procedente del latín venerĕus y que significa ‘perteneciente o relativo a la venus’, refiriéndose en esta ocasión a la acepción ‘deleite sexual o acto carnal’ de venus. También contiene este adjetivo la cuarta definición que recoge el Diccionario académico de sexo: ‘Placer venéreo’.
Así pues, estamos de lleno en el reino de la diosa Venus, que comparte con Eros, dios griego del amor, de donde derivan muchas palabras españolas relacionadas con la excitación sexual:
Eros: ‘Conjunto de tendencias e impulsos sexuales de la persona’.
Erótico/ca: ‘Perteneciente o relativo al amor sensual’, ‘que excita el apetito sexual’.
Erotismo: ‘Amor sensual’, ‘carácter de lo que excita el amor sensual’.
Erógeno/na: ‘Que produce excitación sexual o es sensible a ella’.
Erotizar: ‘Que produce excitación sexual’, ‘dar a algo carácter erótico’.
Erotización: ‘Acción y efecto de erotizar’.
Erotizado/da: ‘Provisto de significación o contenido erótico’.
Erotizante: ‘Que erotiza’.
Erotógeno/na: ‘Erógeno’.
Sinónimo de erógeno/na y erotógeno/na es afrodisíaco/ca o afrodisiaco/ca (de Afrodita, nombre griego de la diosa del amor, que los romanos conocieron como Venus), que además, en una segunda acepción, concreta: ‘Dicho de una sustancia o de un medicamento: Que tiene esta propiedad (que excita o estimula el apetito sexual)’.
Derivan asimismo de eros erotomanía ‘enajenación mental causada por el amor y caracterizada por un delirio erótico’ y erotómano/na ‘que padece erotomanía’.
Trastornos más graves que la erotomanía son el furor uterino o ninfomanía entre las mujeres, y la satiriasis entre los varones.
Furor uterino: ‘Deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula’.
Ninfomanía: ‘Furor uterino’. De ninfa (deidad mitológica de los bosques y las fuentes) y manía ‘afecto o deseo desordenado’. Derivados: ninfómana ‘mujer que padece de ninfomanía’ y ninfomaníaco/ca ‘perteneciente o relativo a la ninfomanía’.
Satiriasis: ‘Estado de exaltación morbosa de las funciones genitales, propio del sexo masculino’. De sátiro ‘hombre lascivo’, en alusión a la divinidad grecorromana, campestre y lasciva, con figura de hombre barbado, patas y orejas cabrunas y cola de caballo o de chivo, que perseguía a las ninfas por los bosques.
Hacer agua los helados es una frase vulgar ecuatoriana alusiva a la ‘mujer excitada y deseosa de tener relaciones sexuales’, que no está recogida en el DRAE.
Hay personas que se excitan sexualmente practicando el fetichismo o el voyerismo, de la misma manera que hay hombres que, cuando se excitan, samuelean, y personas —especialmente mujeres— calientapollas que les gusta provocar la libido de los varones, pero sin intención de satisfacerlos.
Fetichismo: ‘Desviación sexual que consiste en fijar alguna parte del cuerpo humano o alguna prenda relacionada con él como objeto de la excitación y el deseo’. Término sicológico procedente de fetiche ‘ídolo u objeto de culto al que se atribuye poderes sobrenaturales, especialmente entre los pueblos primitivos’. Derivado: fetichista ‘perteneciente o relativo al fetichismo’, ‘persona que profesa este culto’.
Voyerismo: ‘Actitud propia del voyerista’. Término que sustituye al galicismo voyeurismo, utilizado en sentido figurado con el mismo significado. Derivado de galicismo voyeur, adaptado al grafismo español como voyerista ‘persona que disfruta contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas’, y que tiene un equivalente plenamente español en el adjetivo mirón/na (que no se puede considerar sinónimo, puesto que carece de la precisión de mirar actitudes íntimas o eróticas de los demás).
Samuelear: En Costa Rica: ‘Dicho de un hombre: Contemplar o tratar de verle las partes sexuales o los muslos a una mujer’. Del nombre propio Samuel. Derivados: también en Costa Rica: samueleador ‘hombre que tiene por costumbre samuelear’, y samuel ‘acción de samuelear’. En el mismo país, la frase echar un samuel significa ‘samuelear’.
Calientapollas: ‘Persona que excita sexualmente a un hombre sin intención de satisfacerlo’. Vulgarismo compuesto de calienta y pollas ‘penes’. Aunque no están recogidos en el DRAE, existen en América varios sinónimos de calientapollas: en Ecuador, reverbera (de reverbero ‘infernillo’); en Venezuela, microondas; y calientahuevos, en Ecuador y Venezuela.
Además del fetichismo y el voyerismo existen otras maneras de excitarse sexualmente, como el exhibicionismo, que veremos más adelante, u otras que no están recogidas en el Diccionario académico. Sí que aparece en éste la lluvia meona, pero no tiene nada que ver con la denominada lluvia dorada (práctica sadomasoquista consistente en orinar sobre la persona sometida), ya que significa ‘llovizna, calabobos’.
La excitación sexual comienza a manifestarse en la mirada, lo que los cubanos llaman rascabuchar o rascabuchear, y, en el caso de los varones, llega a su plenitud cuando se les pone erecto el pene, parados los llaman los cubanos —pene erecto— y nicaragüenses —hombre que tiene el pene erecto—, tal como hemos visto anteriormente.
Rascabuchar o rascabuchear: ‘Mirar lujuriosamente’, en Cuba. ‘Acariciar lujuriosamente’, en Venezuela.
No están en el DRAE los siguientes americanismos:
En Ecuador: mirada braguetera ‘mirada lasciva de una mujer a un hombre’ y cañón ‘varón excitado’, ‘pene erecto’.
En Venezuela: encarpado (de carpa) ‘hombre al que se le nota la erección del pene a través del pantalón’ y cojonera (de cojón) ‘dolor en los testículos del varón, producto de la acumulación de semen y la no eyaculación’.
INHIBICIÓN
Pero llega un momento, una época, en la vida de cada persona, en la que la excitación sexual comienza a declinar. Es el climaterio que, como ya sabemos, en la mujer se llama menopausia y, en el hombre, andropausia.
Climaterio: ‘Período de la vida que precede y sigue a la extinción de la función genital’. Tomado del griego klimakter ‘escalón’, ‘en la vida de alguien, momento difícil de superar’, derivado de clímax ‘escala’, ‘gradación’, de donde tomó el español clímax ‘gradación retórica ascendente’ a principios del siglo XIX.
Climatérico/ca: ‘Perteneciente o relativo a cualquiera de los períodos de la vida considerados como críticos, especialmente el de la declinación sexual’; en español desde 1616. En el Diccionario de Autoridades (1729), se definía climatérico/ca como un adjetivo que ‘vale lo mismo que gradual, o compuesto de escalones, grados o pasos, como una escalera, por la cual se sube hasta cierto número. Esta voz solamente tiene uso en nuestra lengua para denotar los días y años que el vulgo reputa por fatales, y con especialidad se suele apropiar este epíteto a los años en que concurren o el número 7 con el 9, que es el 63, o de dos nuevos, que es el 81’.
Pero en ocasiones se produce la inhibición sexual a destiempo y, a veces, transitoriamente, con una ‘disminución o falta del apetito venéreo’, llamada anafrodisia, o la ‘ausencia anormal de deseo o de goce sexual’, conocida como frigidez.
Inhibición: ‘Acción y efecto de inhibir o inhibirse’. Derivado de inhibir ‘impedir o reprimir el ejercicio de facultades o hábitos’, ‘abstenerse, dejar de actuar’. Otros derivados de inhibir son: inhibidor/ra ‘que inhibe’ e inhibitorio/ria ‘que causa inhibición’.
Anafrodisíaco/ca o anafrodisiaco/ca: ‘Antiafrodisíaco’. Derivado de anafrodisia.ninfomanía,
Antiafrodisíaco/ca o antiafrodisiaco/ca: ‘Dicho de un medicamento o de una sustancia: Que modera o anula el apetito venéreo’. Contrario de afrodisíaco/ca o afrodisiaco/ca.
Frígido/da: ‘Que padece frigidez’.
Antiguamente, esta frigidez solía achacarse a un maleficio que alguien ligaba, teniendo el verbo ligar el siguiente significado: ‘Usar algún maleficio contra alguien con el fin de hacerlo, según la creencia del vulgo, impotente para la generación’. Una impotencia que podía afectar tanto al hombre como a la mujer, y que no solo impedía la concepción, sino el propio acto sexual, según explica el Diccionario de Autoridades (1732).