La tarea doméstica de planchar la ropa es una de las que más pereza produce, pues implica tener que pasar mucho rato de pie, en una misma postura, colocando ropa sobre la mesa de plancha y teniendo cuidado con las dobleces de las prendas, las costuras, los bolsillos y los tejidos delicados.
Sin embargo, igual que ocurre esto, también hay a quien le gusta planchar, los que se relajan con esta acción. Sea como fuere, ya nos guste más o menos planchar, lo que sí es evidente es que cuanto más cómoda sea la tarea, más productivo será el tiempo que se le dedique.
Justo para ganar en productividad es para lo que están diseñadas las planchas de vapor, que son las tradicionales que suele haber en casa y con las que nos aseguramos conseguir prendas en perfecto estado.
Planchas de vapor frente a centros de planchado y planchas verticales
Las planchas de vapor siguen siendo las más comunes en muchas viviendas, y lo son por sus ventajas asociadas, que veremos a continuación, pero la realidad es que este electrodoméstico está también sujeto a muchas innovaciones, razón que impulsa la aparición de modelos diferentes que se pueden adaptar mejor a determinadas circunstancias.
Con los centros de planchado tenemos un claro ejemplo. Se trata de aparatos que funcionan de manera similar a las planchas de vapor pero que son dispositivos más grandes, más pesados, y por tanto, más potentes. Su eficacia a la hora de retirar arrugas y dejar las prendas totalmente lisas está fuera de toda duda, pero la pregunta es, ¿es necesario tener un centro de planchado en casa?
Estos aparatos son habituales en lugares donde hay mucho trasiego de ropa: hospitales, tiendas de ropa, hoteles, equipos deportivos profesionales, tintorerías, etc. Hoy en día, a nivel doméstico, mucha gente sigue prefiriendo la plancha de vapor, por ser más manejable.
Esta opción, la de la plancha de vapor, se puede complementar con las de mano verticales, que tienen como aspecto diferencial la ausencia de tabla para su uso. De este modo, cuando queremos alisar prendas con la plancha vertical basta con colocarlas sobre una percha y aplicar el vapor sobre ellas. La ropa quedará planchada y sin marcas de doblado.
El contratiempo de las planchas verticales es que no se pueden usar de manera muy continuada, como sí ocurre con las de vapor tradicionales.
¿Qué ventajas ofrecen las planchas de vapor?
Estos electrodomésticos proporcionan vapor continuo con potencia regulable, lo que asegura buenos resultados sin necesidad de disponer de un aparato de mayores dimensiones. Además, con ellas se puede alisar todo tipo de tejidos sin dificultad, solo se requiere una destreza correcta.
Aunque las estamos repasando, mira las ventajas en esta página y descubre por qué no puede faltar una plancha de vapor en tu hogar. Frente a los centros de planchado, estos dispositivos son más manejables y de un tamaño más pequeño, por lo que su almacenamiento es muy cómodo, comportándose así como electrodomésticos muy versátiles.
Por otro lado, son bastante ligeras y pueden ser usadas, siempre que se tenga cierta precaución, por cualquier persona. Muchas planchas de vapor incorporan sistemas de seguridad para reducir accidentes domésticos, principalmente las quemaduras.
Si comparamos las planchas de vapor con las de tipo vertical, estas últimas son más manejables, pero su depósito de agua es más reducido, por lo que no resultan útiles cuando hay que planchar una cantidad importante de prendas.
¿Es seguro el uso de las planchas de vapor?
Aplicar vapor a las prendas de ropa con arrugas lo que consigue es que se alisen rápidamente, pero es importante desarrollar una técnica correcta para ejecutar esta tarea de manera adecuada.
El uso de estos electrodomésticos implica que la superficie de la plancha está a una temperatura muy elevada, luego puede resultar peligroso, y de ahí la necesidad de adquirir una buena técnica.
Más allá de este detalle relevante, el uso de vapor aporta forma a las prendas, humedad, las protege sin dañarlas y las desinfecta, pues los agentes patógenos que pueden haberse adherido a los tejidos y no se eliminan con el lavado, no soportan las altas temperaturas del vapor de agua, y acaban muriendo.
Usar planchas de vapor sigue siendo lo más habitual en muchas viviendas, aunque cada vez se apuesta más por combinar este electrodoméstico con pequeños dispositivos de planchado vertical, para sacar partido de las ventajas de ambos electrodomésticos.