¿Quieres tener tu piel reluciente este invierno y no sabes por dónde comenzar? Pues entonces ya no esperes más porque te vamos a mencionar todos los trucos y los consejos clave, para que ni el frío ni las condiciones climáticas adversas puedan contigo. El cuidado, tanto por dentro como por fuera y el acertar con los productos que vamos aplicando, será tu mejor secreto.
Aunque vamos más abrigados, salimos un poco menos o las mascarillas, nada de eso es excusa para no comenzar a cuidar nuestra piel. Ya que, por si no lo sabemos, el frío puede romper la barrera de protección que existe en nuestra piel, dejándola más tirante, con rojeces y otros muchos problemas asociados. Así que, no esperes más porque también ella nos lo agradecerá y al mirarte al espejo, todavía te vas a querer un poco más. ¿Quieres saber todo lo que tenemos preparado? ¡Pues no te lo pierdas!
La hidratación es el primer paso a tener en cuenta
Si tenemos que elegir entre la importancia de todos los pasos que tenemos en mente, este se llevará el primer premio. Porque la hidratación es la base del cuidado de nuestra piel. Gracias a ella, esta se verá mucho más sedosa al tacto y la vista. Es una rutina que debemos hacer dos veces al día, como mínimo. Una después de la ducha y la otra, antes de irnos a dormir. Aunque es cierto que también dependerá del tipo de piel, si es más seca, entonces tendrás que prestarle más atención. ¿Cuál tienes tú? Descubre aquí tu tipo de piel.
Necesitarás una crema hidratante que se absorba rápido, pero que cuente con propiedades regeneradoras y que entre los ingredientes destaque, por ejemplo, la urea. Tanto la vitamina C como el ácido retinoico son otros de los nombres que también deben aparecer en tus cremas como ingredientes. Claro que tienes la piel sensible, entonces opta por cremas más suaves, que no contengan perfumes ni alcohol. Eso sí, recuerda que cuando hablamos de protección no solo lo hacemos pensando en la piel del cutis, sino en el resto del cuerpo. Zonas como las rodillas o los codos, también lo necesitarán más que nunca.
Exfoliación una vez por semana
Pasamos de la hidratación de todos los días a la exfoliación. En este caso, tan solo una vez a la semana tendremos más que suficiente para apostar por una piel reluciente este invierno. Porque se trata de un proceso un tanto más agresivo. A pesar de que está destinado a eliminar las células muertas, promueve la mejora de la circulación y con todo ello, una piel mucho más lisa y suave. Existen productos en el mercado específicos pero también podrás hacer tu propia crema combinando una hidratante de tu gusto con una cucharada de azúcar o café. Con un suave masaje por las piernas, los brazos e incluso el rostro ya estaremos haciendo lo correcto para una piel reluciente. Eso sí, cuidado con la intensidad del masaje, porque no queremos irritar la piel.
Rutina de limpieza
Tener la piel totalmente limpia es de lo más necesario cuando hablamos de cuidado. Pero no solo cuando nos maquillamos, si no que aunque no te hayas maquillado en todo el día, no te libras de este paso. Puedes optar por productos específicos y para ello, necesitarás una leche limpiadora en gel para la piel tanto mixta como grasa. Mientras que para la normal y también la seca, te puedes decantar por un producto con más cremosidad, porque aliviará más. Claro que si tu piel cuenta con ciertos problemas específicos de alergias, rojeces o urticaria provocada por el frío, entonces sí que es aconsejable buscar productos más específicos y mejor que no contengan aceites que puedan obstruir los poros. Recuerda que si te ayudas con un cepillo limpiador y realizamos la limpieza dos veces al día, notarás los resultados rápidamente.
Cuidado con ducharse en agua muy caliente
Es cierto que con la bajada de las temperaturas, apetece llegar a la ducha y abrir el grifo del agua caliente sin pensar en nada más. Pero debes saber que no es aconsejable ducharse con agua muy caliente. En primer lugar porque todo tipo de enfermedades de la piel como puede ser la dermatitis y hasta una piel demasiado seca, no mejorarán con el agua tan caliente. Ya que podremos estar dañando la barrera natural que tiene nuestra piel. Dejándola sin aceites naturales, por lo que siempre es aconsejable que el agua esté más bien tibia.
La protección solar también es para el invierno
Aunque parezca una contradicción, no lo es para nada. Nuestra piel necesita de un buen cuidado y hasta el momento sabemos que debemos hidratarla, exfoliarla, no aplicar agua muy caliente pero sí limpiarla a conciencia. Pues bien, ahora le toca el turno a la protección solar porque aunque vamos más abrigados, la exposición UVA así como UVB está presente en nuestra vida. Es cierto que no de una manera tan intensa como en verano, pero igualmente conviene prevenir. Tan solo debes aplicar la protección una media hora antes de salir y listo.
Bebe mucha agua y cuida tu dieta
El agua lo necesitamos por fuera pero también por dentro. Porque solo así estaremos hablando de una buena hidratación y se refleja en la piel. Se recomienda alrededor de 8 vasos de agua cada día. Pero es cierto que en invierno nos puede costar un poco más. Así que, tómala en infusiones o sopas, ¿no te parece una buena idea? Te ayudará a tener tu piel reluciente este invierno. Lo mismo que la dieta y para ello, aumenta el consumo de verduras y frutas, así como de proteínas que llegan de la mano de la carne blanca o el pescado. Aunque debemos alejarnos de alimentos procesados, no de las grasas saludables como el aguacate o el aceite de oliva. Incorpora carbohidratos como puede ser el arroz o bien la tan conocida avena, ya que proporcionan energía. Porque comer sano no es nada aburrido y conseguirás una combinación perfecta, para tu cuerpo y tu piel. ¡A por el invierno!