Cuando se tiene una necesidad de financiación urgente, los denominados préstamos rápidos son una solución que puede sacarnos de más de un apuro. Y es que, además de no necesitar realizar un buen número de gestiones y papeleos, también es posible encontrarlos con unas condiciones interesantes.
Al contario de lo que sucede con las entidades bancarias tradicionales, que la mayoría de las ocasiones suelen tener bastantes requisitos e intereses o comisiones ocultas en su condicionado, estos préstamos rápidos auspiciados por nuevas empresas Fintech, suelen ser claros, concisos y transparentes, entregando toda la información necesaria para que el consumidor sepa en todo momento cuando y cuanto debe devolver.
Pedir prestadas pequeñas cantidades de manera segura
La clave de los préstamos rápidos está en el importe de los estos. Suelen ser créditos pequeños destinados a una necesidad concreta y urgente, como puede ser abonar un recibo, una mensualidad de alquiler o hacer frente a un gasto inesperado.
En el mercado existen entidades que ofrecen esta solución con préstamos desde hasta 10.000 euros, garantizando la disponibilidad del dinero en 24/48 horas. Un buen ejemplo de ello es el caso de Fintya, una empresa que en muy poco tiempo se ha situado como referente en lo que a créditos online se refiere.
Información veraz
Por supuesto, antes de solicitar cualquier tipo de crédito, ya sea rápido o no y se haga a una Fintech o a un banco tradicional, es 100% recomendable asegurarse de ciertas condiciones y garantías.
En primer lugar, el contratante ha de tener por anticipado el contrato del préstamo, en el que deben quedar reflejadas de manera clara todas las condiciones que sustentan el mismo. Además, debe existir un número de teléfono de contacto con la entidad financiera para resolver cualquier duda o problema que pueda surgir.
Además, y tal como recomienda el propio Banco de España, es conveniente que la entidad que concede el préstamo tenga su sede radicada en España y esté bajo la supervisión del propio BDE.
Nunca está de más que, antes de contratar el préstamo, el prestatario se asegure de que la financiera tiene buena reputación y cumple las condiciones ofrecidas, es decir, tiene disponibilidad para entregar el dinero de inmediato y los intereses se ajustan a lo legalmente establecido.
Plazos de devolución
Para los créditos rápidos, los plazos de devolución suelen situarse entre los 7 y 90 días, considerándose, por tanto, préstamos a muy corto plazo.
Por este motivo es fundamental que la persona que recibe el crédito tenga la solvencia económica necesaria para poder afrontarlo, preferentemente con una fuente de ingresos estable y puntual, como una nómina o pensión. De no ser así puede incurrirse en problemas de impago poco recomendables.
Para terminar, simplemente recordar que las ventajas de los préstamos rápidos es que reducen las gestiones y trámites necesarios, son rápidos en la concesión y proporcionan más flexibilidad para devolver el dinero que el banco. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas entidades aplican un tipo de interés superior al habitual y a veces suele ser obligatorio firmar un seguro para cubrir el riesgo de impago en determinados casos.
